La Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén se encuentra a pocos centenares de metros de la parada San Giovanni de la línea A del metro, a la que se puede llegar fácilmente recorriendo Viale Carlo Felice, una avenida arbolada que la une también a la Basílica de San Juan de Letrán en la plaza homónima.

La iglesia, a la que se accede por un amplia plaza, es conocida sobre todo porque custodia en su interior importantes relíquias, entre las que se cuentan diversos fragmentos de la Cruz de Jesucristo, de ahí el nombre. Además, también contiene importantes frescos, mosaicos y una copia del Santo Sudario.

Exterior de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Exterior de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

UN POCO DE HISTORIA

Situada en el distrito Esquilino, al lado de las Murallas Aurelianas y del Anfiteatro Castrense, la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén forma parte del peregrinaje de las siete iglesias, recorrido de unos 20 quilómetros en el que se visitan las principales iglesias de Roma y que los peregrinos antiguamente solían completar a pie.

La zona donde se encuentra la iglesia, en precedencia la ocupaba un edificio imperial conocido como Sessorium, residencia de Santa Elena, madre de Constantino. Precisamente fue el emperador quien, alrededor de mitad del siglo IV, mandó construir una iglesia en el atrio del palacio para guardar las Relíquias de la Pasión del Señor, que se habían encontrado milagrosamente en el Calvario por Santa Elena.

Restaurada varias veces, la basílica experimentó su primera transformación bajo el pontificado del Papa Lucio II, en 1144, con la subdivisión en tres naves longitudinales y añadiendo el campanario de ladrillo y un pórtico, antepuesto a la fachada del siglo IV.

La basílica no adoptó el actual aspecto barroco hasta el siglo XVIII, bajo el pontificado del Papa Benedicto XIV gracias a las obras de los arquitectos Domenico Gregorini y Pietro Passalacqua que edificaron una nueva fachada y renovaron totalmente el espacio interior.

La Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén en una ilustración de época

La Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén en una ilustración de época

¿QUÉ VER EN LA BASÍLICA DE LA SANTA CRUZ DE JERUSALÉN?

Nada más entrar en la basílica seguro que os impresionará el suelo de estilo cosmati y las 12 columnas colosales de mármol que la dividen en tres naves.

Muy sugestivo también es el techo de madera con la Apoteósis de Santa Elena de Giaquinto, autor también de los frescos que decoran el ábside y el presbiterio, a excepción de la Historia de la Santa Cruz, obra que data del siglo XV, considerada una de las obras maestras de Antoniazzo Romano.

Interior de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén en Roma

Interior de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén en Roma

Por una escalera a la derecha del ciborio del siglo XVIII se accede a la pequeña Capilla de Santa Elena, che conserva sotto il pavimento la terra del Santo Sepolcro. En la bóveda se conserva un magnífico mosaico que representa el Cristo Benedicente, los Evangelistas e Historias de la Cruz, realizado por Baldassarre Peruzzi siguiendo el diseño de Melozzo da Forlì.

Para acabar, volviendo a las nave izquierda se puede acceder a la Capilla de las Relíquias, donde se conservan fragmentos auténticos de la Cruz de Jesús, la cruz de uno de los dos ladrones, parte de la corona de espinas, un clavo sagrado y el Titulus crucis.

Las relíquias de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Las relíquias de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Aunque su autenticidad no está del todo clara, según la tradición Santa Elena en persona llevó las relíquias tras su viaje a Tierra Santa.

Una curiosidad: parece que los otros fragmentos de la cruz se conservan en varias iglesias del mundo mientras que los otros clavos sagrados de la crucifixión, se encontrarían respectivamente en la corona de hierro de Monza, sobre el altar mayor de la catedral de Milán y en la catedral de Colle di Val d'Elsa en la provincia de Siena.

Los frescos en el ábside de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Los frescos en el ábside de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Es también digna de mención la Biblioteca Sessoriana, albergada en el Monasterio con los frescos de Pannini y la puerta de hierro y cristal del huerto monástico, obra de Jannis Kounellis.

Este artículo acaba aquí. Para profundizar aún más, os invitamos a consultar también la página oficial.

Para acabar, tras salir de la Basílica os aconsejamos que visitéis también el Museo Nacional de los Instrumentos, donde se exponen ejemplares únicos que van desde la antigüedad hasta el siglo XX. El museo es bastante grande, por lo tanto, tomáos vuestro tiempo y viviréis un inolvidable viaje en la historia de la música.

¡Buen viaje!

Información útil

La Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén

Teléfono: +39 06 70613053
Fax: +39 06 70613053

CóMO LLEGAR

Desde el Puerto de Civitavecchia: Llegad a la Estación de Tren de Civitavecchia y subid al primer tren regional con destino Roma. Tras aproximadamente 1 hora y 10 minutos, bajad en Roma Termini y de ahí coged el metro A en dirección Anagnina. Tras 3 paradas bajad en San Giovanni y recorred Viale Carlo Felice. Tras pocos minutos estaréis en Piazza della Croce di Gerusalemme enfrente de la Basílica.

*Para los horarios de tren consultad la página oficial de Trenitalia.
HORARIOS

Todos los día en el siguiente horario 7:00-12:45 | 15:30-19:30

Horario Misas:
Laborables: 7:00; 8:00; 18:30
Festivos: 8:00; 10:00; 11:30; 18:30

*Durante la misa no está permitido visitar la Capilla de las Reliquías y la Capilla de Santa Elena.

PRECIOS

Entrada gratuita

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