El Episcopio o Castillo de Porto en Fiumicino

En via Portuense, no muy lejos de la entrada al Oasis de Porto y del Área Arqueológica del Puerto de Trajano, se encuentra el imponente pueblo medieval del Episcopio de Porto, también conocido como Castillo de Porto.

Del complejo original se conservan la muralla almenada y el portal de acceso con el emblema del Papa Sixto IV que en 1483, acogido como visitante por el Obispo Rodrigo Borgia, encargó algunas obras de restauración.

El pueblo, sede obispal de Porto y Santa Rufina, durante la Edad media, tras el abandono de la antigua ciudad de Portus, tuvo también funciones defensivas ante las incursiones bárbaras.

En el siglo XI el Papa Benedicto III lo trasformó en un presidio militar y el pueblo fue fortificado a lo largo del siglo siguiente y luego, aún en el siglo XVI, gracias al Cardinale Corneo que en el 1538 encargó unas obras de restauración, como atestigua una inscripción en el patio interior.

El aspecto actual del complejo se debe a las últimas restauraciones llevadas a cabo por la Autoridad de Bienes Ambientales y Arquitectónicos del Lacio en ocasión del Jubileo del 2000. Estas se centraron en la muralla externa, la fachada de la Iglesia y el Episcopio, el patio interior, el portal de acceso, la torre con el reloj, que se volvió a poner en funcionamiento, y la realización de una nuevo instalación de luz que permite admirar el pueblo también por la noche.

A través del portal de acceso, hecho construir en el 1771 por el Cardinal Marcello Lante de la Rovere con dos columnas de mármol provenientes de la cercana Necrópolis de Portus, se accede al patio interior, la parte más antigua del pueblo.

El patio, de origen del siglo XVIII, es obra de los arquitectos Gregorini y Passalacqua (autores de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén de Roma) y alberga la Iglesia dedicada a San Hipólito y Lucía, donde se encuentran las relíquias del santo patrón de Fiumicino.

La iglesia, reconstruida en el 1582, se amplió hacia finales del siglo XVII por orden del cardinal Flavio Chigi que creó también una nueva capilla en honor de San Erasmo e hizo construir la torre con el reloj.

La antigua ciudad de Porto: un poco de historia

Antes de entrar en este sugestivo pueblo medieval, hay que saber que su construcción está estrechamente relacionada con los acontecimientos de la antigua ciudad de Portus.

Porto, de hecho, nació alrededor de las antiguas cuencas portuarias de Claudio y de Trajano y aprovechando la cercanía con el río Tíber, durante muchos siglos tuvo un papel estratégico en relación a Roma, como principal puerto comercial.

La construcción de la muralla se remonta a principios del siglo IV, en época de Constantino y, a pesar de las invasiones bárbaras y las destrucciones, mantuvo su función vital respecto a Roma hasta el siglo IX.

Después inició una fase de decadencia que llevó progresivamente al abandono del centro habitado. En el siglo XVI arquitectos del calibre de Pirro Ligorio, Baldassarre Peruzzi y Andrea Palladio empezaron a estudiar las ruinas y en el siglo XIX empezó una campaña de excavaciones gracias a la cual podemos admirar hoy los restos de este antiguo asentamiento, visitando también el Área Arqueológica del Puerto de Trajano y la cercana Necrópolis.