Piazza del Popolo

Piazza del Popolo es una de las plazas ¡más famosas del mundo! Con sus iglesias, sus fuentes y el gran Obelisco Flaminio, esta placa acoge cada día a miles de visitantes, turistas o simples transeúntes.

Punto de llegada y salida para visitar el centro, Piazza del Popolo es el lugar ideal para pasar una tarde entretenida: dede esta plaza salen las principales calles de las compras y subiendo las escaleras se llega a la Terraza del Pincio desde donde se puede admirar Roma desde lo alto en todo su esplendor.

¡Llegar a Piazza del Popolo es facilísimo! Podéis entrar desde una de las calles del así llamado "tridente": Via di Ripetta, Via del Corso y Via del Babuino, o bien pasar a través de la Puerta del Popolo (antigua puerta Flaminia) que os dará la bienvenida con el mensaje en latín grabado por Bernini en ocasión de la llegada a Roma de Cristina de Suecia: "Felici faustoque ingressui MDCLV", es decir "Por una entrada feliz y propicia".

La plaza es el resultado de una larga serie de trabajos y restructuraciones y su forma actual se debe al arquitecto Giuseppe Valadier que a finales del siglo XIX la rediseñó con la actual forma elíptica.

En el centro de la plaza se alza uno de los obeliscos más grandes de Roma, proveniente de Egipto, tiene 24 metros de altura y data del 1.200 a.C. El Obelisco Flaminio se llevó a Roma por orden de Augusto y en 1589 Sixto V lo hizo trasladar aquí desde el Circo Máximo encargando a Domenico Fontana las obras. Las pilas con los leones no se añadieron hasta 1823 por Valadier, bajo el pontificado del Papa León XII.

Las dos exedras añadidas por Valadier dieron a la plaza la actual forma elíptica con las dos fuentes situadas en los hemicicos: la Fuente de Neptuno orientada hacia el río Tíber, y la fuente de la diosa Roma con el tramo de escaleras que llevan a la terraza del Pincio a sus espaldas. Subid para gozar de una vista ¡impresionante! La plaza siempre es espléndida, pero si queréis un consejo, lo es aún más a primera hora de la mañana o a la puesta del sol.

Sobre el origen del nombre de la plaza existen varias suposiciones. En el pasado, se creía que el nombre derivara de los numerosos árboles de álamo que se extendía en esta zona. De hecho, en latín, ¡álamo se dice populus!

Según una leyenda medieval, en cambio, el espíritu del emperador Nerón, que revoloteaba alrededor de un árbol de nuez cerca del Pincio molestaba al Papa Pascual II, quien ordenó, por lo tanto, que desarraigar el tronco del árbol y construir en su lugar una iglesia dedicada a la Virgen María. Como la construcción de la iglesia la costeó el puebo romano, tomó el nombre de Santa María del Popolo ​(Santa María del pueblo), nombre que pasó luego a la misma plaza.

La iglesia albrega pinturas ¡de grandísima importancia! Podéis admirar obras maestras de Caravaggio com la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro, varios frescos de Pinturicchio, la Asunción de Annibale Carracci, además de elementos arquitectónicos de Raffaello Sanzio y de Bramante y algunas esculturas de Andrea Bregno y de Gian Lorenzo Bernini.

Las dos iglesias gemelas de Santa María in Montesanto y Santa María dei Miracoli, en cambio, constituyen los dos ejes del tridente, casi una invitación para explorar el centro de la ciudad a través de la concurrida Via del Corso, con sus tiendas y artistas callejeros.

Una curiosidad: la iglesia de Santa María in Montesanto también se conoce como Iglesia de los Artistas y desde 1941 cada domingo se celebra una misa en honor de los artistas. Además, en esta iglesia se celebran a menudo las exequias de personajes relacionados con el mundo del espectáculo y de la cultura.

Santa María dei Miracoli, en cambio, fue proyectada por el arquitecto Carlo Rainaldi en 1611, realizada por Bernini con la colaboración de Carlo Fontana por iniciativa de monseñor Girolamo Gastaldi. Aunque parecen idénticas, en realidad, la cúpula de esta iglesia es circular, a diferencia de la de la iglesia gemela de Santa María di Montesanto, que es oval.

Nuestro artículo termina aquí... pero si os sobra tiempo os invitamosa dar un paseo a lo largo de toda la calle del Corso para ser acogidos por otra gran plaza de Roma: Plaza Venecia.