Santuario de la Montaña Partida

Una leyenda narra que cuando Jesucristo murió en la cruz, el velo del Templo de Jerusalén se desgarró provocando tres profundas hendiduras en la dura roca de aquella que hoy en día se conoce con el nombre de Montaña Partida de Gaeta.

En este promontorio se irgue el Santuario de la SS. Trinidad mientras a la izquierda de la iglesia una de las hendiduras conduce a la así llamada Cueva del Turco, lugar de peregrinación y sugestiva meta turística, a la cual están ligadas otras historiase importantes personalidades.

¿Tenéis curiosidad por descubrir algo más? Entonces, ¡tenéis que continuar con la lectura!

EL SANTUARIO DE LA SS. TRINIDAD

"Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó sumida en la oscuridad, pues el sol se ocultó. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos. Entonces Jesús exclamó con fuerza:—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró." (Lucas 23,44-46).

El Santuario de la SS. Trinidd fue edificado en el siglo XI por los monjes benedictinos sobre una pendiente del Monte de Orlando, pero la configuración actual del conjunto remonta a finales del siglo XVII y retoma elementos del barroco napolitano y español.

En este santuario han rezado numerosos pontífices, soberanos, obispos y santos, entre los cuales el Papa Pío IX, Bernardino de Siena, Ignacio de Loyola, Leonardo de Porto Maurizio, San Pablo de la Cruz, Gaspar del Búfalo y San Felipe Neri.

La leyenda narra que San Felipe Neri vivió en el interior de la Montaña Partida encontrando reparo sobre un camastro de piedra, hoy conocido como la "cama de San Felipe Neri".

A lo largo de las paredes de la roca es posible admirar algunos cuadrados de mayólica que representan el Via Crucis, que remontan al 1849 y que han sido atribuidos a S. Bernardino de Siena. Estos cuadrados contienen los versos de Metastasio.

En el 1434 desde la altura de las dos crestas de la roca que han dado origen al nombre de "montaña partida" se despegó un peñasco que se encajó más abajo entre las paredes de la hendidura. Sobre este se construyó una pequeña capilla dedicada al Crucifijo  (sig. XIV).

LA CUEVA DEL TURCO

Ahora un consejo para todas las señoras... ¡quítense los tacones!

Pues sí, porque para seguir con la visita tendréis que bajar una escalinata de 300 peldaños que a partir del Santuario conducen hasta el nivel del mar a la estupenda Cueva del Turco.

El pequeño esfuerzo será ampliamente recompensado por el increíble espectáculo de la cueva, muy apreciada también por los amantes de la escalada libre. ¡Quizás veréis algun escalador en las empinadas paredes de la montaña!

También el nombre de la cueva proviene de una antigua leyenda. A lo largo de vuestra bajada en las vísceras de la montaña no podéis evitar notar una inscripción en latín en las paredes, acompañada por una incisión en la roca de la así llamada "Mano del Turco".

La inscripción dice: "Un incrédulo rechazó creer lo que la tradición narra, esta roca ablandada por el tacto de sus dedos es la prueba".

Según la leyenda, la huella de la mano se habría formado en el momento en el cual un marinero turco incrédulo se apoyó en la roca que por milagro se volvió blanda bajo su presión, marcando así para siempre el indeleble signo de la mano.

Una vez llegado al final de la escalinata os encontrarais adelante de el espectaculo natural de la garganta que se hunde en el mar. Si teneis siete suerte podríais también  admirar la cueva a la caída del sol, por una inolvidable puesta del sol!

¡Nuestro artículo se acaba aquí! ¡Esperamos vuestros comentarios y vuestras experiencias de viaje!