Oasis de Porto

A menos de 5 km del Aeropuerto de Fiumicino Leonardo da Vinci y no lejos de Roma se encuentra el encantador Oasis de Porto, un pequeño paraíso ideal para desconectar y relajarse durante unas horas sumergidos en la naturaleza.

El Oasis se extiende alrededor del Puerto de Trajano, antigua dársena el puerto, construida por el mismo emperador, sustituyendo el preexistente Puerto de Claudio, que a causa de continuos enarenamientos se había vuelto inutilizable.

El lago, de perfecta forma hexagonal y extendido en 33 hectáreas, en el pasado servía para el abastecimiento de Roma, el almacenamiento de mercancías y el mantenimiento de los barcos, aprovechando la conexión con el río Tíber.

Hoy, la dársena del lago se alimenta artificialmente del Tíber y, además de ser un lugar de importancia histórica y arqueológica, también tiene un gran valor desde el punto de vista ambiental.

El Oasis es, de hecho, un punto privilegiado para observar las aves acuáticas migratorias en sus largas travesía desde las regiones mediterráneas a las nórdicas.

Se han avistado alrededor de 130 especies de aves, como patos, somorgujos, zampullines, cigüeñelas comunes, garzas reales, fochas, cormoranes, gaviotas y golondrinas de mar.

Muy rica también la fauna de peces con ejemplares de esturión, perca, lucio, anguila, múgil, pez gato y carpa, y la flora con robles, plátanos, pinos, fresnos, encinas y eucaliptos.

VISITAR EL OASIS DE PORTO

La visita del Oasis dura alrededor de 1 hora y para no interferir con los animales y el ambiente circunstante se realiza a bordo de carros tirados por caballos. Además, durante todo el recorrido os acompañarán guías muy preparados de Legambiante.

La visita prevé dos paradas: en la primera visitaréis el lago con la Casita de los patos, el así llamado Jardín de las mariposas donde particulares arbustos de flor por sus características tienden a atraer diversas especies de mariposas y un área de descanso para una agradable pausa para tomar café.

Mientras estéis a bordo de vuestro carro atravesaréis un área donde si tenéis suerte podréis avistar incluso una pequeña colonia de gamos.

Para acabar, con la segunda parada llegaréis a pie a una glorieta desde la que, con unos binóculos, pordréis hacer un poco de observación de aves, con los pájaros del lago y de los dos estanques adyacentes.

El Oasis de Porto es realmente un lugar apto para grandes y pequeños: diversión, cultura e historia se funden perfectamente para una excursión inolvidable al aire libre.

Lejos de la contaminación y del caos urbano, ¡os parecerá estar en un pequeño paraíso!

Además, para quien lo desee, es posible reservar durante todo un día el oasis entero y visitarlo con carros de campo y carrozas de época tiradas por caballos. 

Una sugerencia... cerca del Oasis, visitad también los restos de la Basílica de San Hipólito y Lucía.

Construida entre finales del siglo IV e inicios del siglo V, esta iglesia paleocristiana dedicada al mártir portuario Hipólito, surge sobre un complejo termal de época romana del que quedan los espacios, el campanario y algunas antiguas cisternas para el agua.

Cuando la vieja iglesia de Santa Lucía del Episcopio de Porto se sustituyó por una nueva capilla, que el cardinal Flavio Chigi creó en honor de San Erasmo en 1990, la Basílica asumió oficialmente el doble nombre de Santa Lucía y San Hipólito.

El edificio, de tres naves con ábside, conserva vestigios de la Cátedra episcopal y del Baptistero construido en una fase sucesiva. Usada durante todo el periodo medieval, fue abandonada en el siglo XV tras la despoblación de la diócesis. En el cercano Antiquarium se pueden ver los restos de los epígrafes y de restos escultóricos encontrados en el interior de la estructura.

Si queréis visitar el área y el cercano Antiquarium junto al campanario, dirigíos al personal del Museo de las Naves Romanas de Fiumicino.

Además, toda esta área es rica en sitios arqueológicos muy interesantes y auténticos tesoros escondidos por descubrir.

Si habéis llegado en coche desde Via Portuense, seguro que habréis visto en toda su grandeza el Episcopio de Porto, también conocido como el Castillo de Porto, con su característico aspecto de burgo medieval fortificado. No muy lejos de aquí se encuentran la Necrópolis de Porto, las maravillosas Ruinas de Ostia Antica y mucho más.

¡Buen viaje!