Los Puentes Romanos de Santa Marinella

En la localidad de mar de Santa Marinella, a lo largo de la Via Aurelia (Aurelia Vetus) se pueden encontrar los restos de 4 antiguos puentes romanos, obras maestras de la ingenieria que datan del siglo III a.C., que en en pasado permitían superar muchos otros cursos de agua y conectaban la carretera con Roma y con la Etruria marítima.

De los 4 puentes, el primero, llamado Puente de Apolo, se encuentra en el km 59.700: representado por una estela de mármol con inscripción latina, los restos se conservan en el Fosso di Castelsecco, entre la via Aurelia y el mar. El segundo, el Puente de Largo Impero, se encuentra, en cambio, en el km 60.400 y está construido por quince sillares radiales de arenisca, unidos por grapas de metal. Un poco más adelante, en el km 62.300 está el Puente delle Vignacce, difícilmente accesible y constituido por una sola arcada con sillares de arenisca.

En este artículo gracias a la valiosa contribución del Doctor Massimiliano Galletti de la Asociación Scrinium Arte os contamos la historia de los Puentes de Via Roma, que en realidad se encuentran poco antes del Puente delle Vignacce, (en el km 60.700) inmersos en un precioso jardín de palmeras. De los 4 puentes, éste último es sin duda el mejor conservado y el único que de verdad se puede visitar.

DE LA VIA AURELIA AL PUENTE DE VIA ROMA

La mayor parte de los estudiosos concuerda en atribuir la paternidad de la Carretera Consular Aurelia a Gaio Aurelio Cotta, magistrado y cónsul en el 252 a.C.. Abierta en el siglo III a.C. para afrontar las exigencias estratégico-militares y conectar Roma con sus colonias de  la Etruria marítima, la carretera alargaba por la costa tirrénica, hasta Liguria, para llegar también a las províncias mediterráneas de la Galia y España.

En el Puerto Turístico de Santa Marinella, a la altura del km 60,700 de la moderna Aurelia, en el cruce con Via Roma, se pueden admirar los restos monumentales del único puente romano que se puede visitar en la zona, el Puente de Via Roma, construido con la intención de sobrepasar una fosa que hoy en día ha sido desviada.

El puente, que data del siglo II a.C., aparece hoy tras la última restauración del siglo pasado (tras un derrumbe parcial) como atestiguan el uso de argamasa de cemento útil para consolidar sus elementos constructivos.

Una serie de grandes bloques de piedra arenisca componen una sola arcada de punto hurtado, mientras que varios bloques en obra vista conservan trazas de la construcción en almohadillado rústico, acabados en relieve con poco refinamiento.

Además, son visibles las trazas de las infraestructuras de hormigón que recuerdan un plano horizontal para el tránsito del a carretera, cuya anchura en ese punto es de cuatro metros.

Una reciente bra de mejora del monumento lo ha hecho aún más sugestivo gracias a una evocativa iluminación nocturna, a la reconstrucción de un paseo lateral, unas gradas y unos bancos.

El Puente de Via Roma es realmente un pequeño tesoro escondido donde entre un baño y otros podréis disfrutar de un momento de relajación ¡evocando la grandeza del Imperio Romano!

por Massimiliano Galletti, Asociación Scrinium Arte.

© Fotografías del autor.