Carta de un trabajador de Port Mobility

Recibimos y publicamos esta carta de un trabajador de Port Mobility: una reflexión personal sobre los ataques por parte de algunos periódicos de Civitavecchia que se integra a la anterior carta de los trabajadores en defensa de la empresa.

He reflexionado durante las vacaciones sobre los ataques por parte de la prensa local a la empresa para la que trabajo y que me atreviría a definir exclusivamente políticos, dada la casualidad que hayan aparecido precisamente en los mismos días en que el Presidente Monti cesó en su cargo. Creo poder afirmar que se ha convertido en una moda de la ciudad, que entre otras cosas refleja la tendencia nacional, la de denigrar el nombre de otros en el momento del “cambio de guardia” por quien sabe qué motivaciones o a veces sólo por el gusto de juzgar siempre y de manera negativa el trabajo ajeno. Personalmente pienso que dirigir empresas así de dinámicas comporta grandes esfuerzos para identificar las políticas de empresa o procedimientos que sean capaces de afrontar las problemáticas logísticas intrínsecas en los servicios que ofrece Port Mobility. Está claro que diferentes decisiones podrán llevar a resultados diferentes en momentos diferentes, pero a mi modo de ver, es el sistema el que cuenta. Como trabajador que presta servicio en la empresa desde ya hace bastantes años, creo poder afirmar que la actividad que constantemente llevan a cabo los trabajadores, tanto operarios como empleados de oficina, es poco opinable, no recuerdo que en Port Mobility se hayan relacionado de ningún modo críticas dignas de relieve por parte de las instituciones, los únicos que tienen voz en el asunto. Todo esto en una “jungla burocrática” que cita normativas de seguridad y administración pública que siempre más a menudo casan con la necesaria dinamicidad y elasticidad de actividades extremamente operativas que de otro modo se paralizarían. Aún así, la naturaleza privada de la empresa ha permitido un dinamismo que ha sido siempre resolutivo no sólo en situaciones previstas, sino sobre todo en las imprevistas, que días a día se presentan. Además, soy de la opinión que el crear ocupación, como pocas empresas locales hacen, y como pocas empresas nacionales pueden hacer, tiene que ser bien vista en este momento de coyuntura económica negativa. Aún así, en vez de dar espacio y voz a quienes con esfuerzos económicos y organizativos lo consiguen, parece mucho más fácil criticar, pero aún peor poner mal a quien cuotidianamente, esforzándose trabajando, no sólo busca una dignidad social, sino también contribuir a la empresa, al puerto, a la ciudad. Y por los motivos antes citados, me declaro totalmente en desacuerdo con lo publicado contra Port Mobility S.p.A. y por lo tanto contra todos sus empleados.

Civitavecchia, 1/09/2016