El Castillo de la Abadía y el Museo Arqueológico de Vulci

Dentro del extenso Parque Natural de Vulci se encuentra el Castillo Medieval de la Abadía sede del Museo Arqueológico y al que se llega cruzando el espectacular Ponte del Diavolo desde el que se puede disfrutar de unas vista que simplemente ¡quitan el aliento!

Si ya habéis visitado el parque arqueológico y la necrópolis no podéis por nada dejar escapar esta maravilla, lugar perfecto para profundizar en la historia y el arte etrusco y también hacer fotos ¡de las inolvidables vistas!

Un poco de historia

Edificado en época medieval (siglo XII) por los monges cistercenses sobre los restos de una antigua abadía dedicada a San Mamiliano, el Castillo de la Abadía, se conviertió con el tiempo en una importante fortaleza y centro de acogida para peregrinos y viajeros, incluidos los Caballeros Templarios.

El Ponte del Diavolo, en cambio, tiene orígenes aúnmás antiguos: las torres principales de toba son de época etrusca mientras que la estructura a tres arcos data del siglo I a.C.

Originalmente, además de permitir cruzar el río, el puente tenía la función de sostener el acueducto romano que llevaba el agua a la ciudad de Vulci. Más tarde, durante la época medieval, se modificó para adaptarlo a las exigencias defensivas del castillo.

Durante toda la edad medieval el Castillo de Vulci estuvo disputado por las familias Aldobrandeschi, Di Vico y el Ayuntamiento de Orvieto.

En el siglo XVI pasó primero a manos de Alessandro Farnese, futuro papa Pablo III, y después se convirtió en frontera del Estado Pontifício, por su cercanía con el Gran Ducado de Toscana.

En 1808 fue adquirido por Luciano Bonaparte y dese el 1853 fue propiedad de Alessandro Torlonia. Finalmente, tras decenios de decadencia y abandono el castillo fue comprado por el Estado Italiano (años 60). Tras la restauración por parte de la Dirección General de Arqueología, el Castillo se convirtió en sede del Museo Nacional de Vulci, abierto al público en 1975.

Museo Arqueológico de Vulci

Dentro del Museo Arqueológico de Vulci encontraréis muchos restos provenientes de la Necrópolis (incluyendo la famosa Tumba François) y de toda el área del parque.

Las investigaciones realizadas en los últimos decenios y los importantes descubrimientos que les siguieron, han llevado a una nueva distribución del museo, más acorde a las actuales orientaciones museográficas.

La sala en la planta baja se ha destinado a las exposiciones temporáneas mientras que en la planta superior se acogen las exposiciones permanentes del museo con los materiales que cubren un arco temporal que va desde la Edad de Bronce hasta la primera Edad de Hierro hasta los siglos 2-3 a.C.

Dentro del museo se encuentran los ricos ajuares de las tumbas de Vulci, pasando a través de elegantes vasijas etruscas de bucchero y refinadas vasijas griegas con dibujos.

Entre las obras más significativas destacan los jarrones (hydria)* atribuidos al Pittore di Micali y al ajuar de alfarería encontrado en la Tumba de la Panatenaica, en la Necrópolis dell’Osteria.

*La hydria era una vasija griega utilizada principalmente para transportar agua, pero también como urna funeraria o como contenedor para votaciones.

Las insalaciones permiten además apreciar las monumentales salas de la antigua fortaleza y da prioridad a la unidad de los contextos, siempre expuestos en su integridad y que documentan todas las fases de utilización de las tumbas.

Especialmente para las producciones cerámicas, la exposición ofrece un panorama cronológicamente y tipológicamente completo sobre actividades productivas y sobre intercambios comerciales del antiguo centro, desde la edad del bronzo tardía hasta la romanización.

Para acabar, se pueden ver varios elementos arquitectónicos y decorativos de tumbas de la necrópolis etrusca y romanaen el patio exterior del castillo.