Civitavecchia escondida: 4 tesoros arqueológicos del pasado
Gracias a la contribución de la Dra. Francesca Pontani y de la Dra. Barbara De Paolis os llevamos a un viaje de descubrimiento a través de 4 tesoros arqueológicos recién hallados en Civitavecchia.Civitavecchia es una ciudad portuaria llena de historia, en la que han occurido continuos intercambios culturales. Como toda la región del Alto Lacio, fue también la "patria de los etruscos", lo que la convierte en una zona rica en yacimientos arqueológicos recientemente descubiertos y ahora abiertos a las visitas.
Entre ellos, hay 4 lugares que merece mucho la pena conocer:
- Mattonara
- Torre Valdaliga
- Villa Pulcherrima
- La Necrópolis Etrusca de Scaglia
Vamos a verlos más de cerca, gracias a la preciosa contribución de la Dra. Francesca Pontani y la Dra. Barbara De Paolis.
1. LA MATTONARA
Mattonara es una zona arqueológica importante y única que, desgraciadamente, se ha visto afectada por la erosión marina, la degradación ambiental y la gran intervención del hombre.
El sitio arqueológico está ubicado entre la zona norte del puerto de Civitavecchia y la central eléctrica Enel Torrevaldaliga Norte y está abierto a las visitas.
En este lugar se encuentran hallazgos arqueológicos de época prehistórica y protohistórica, materiales de la primera Edad de Hierro, una necrópolis etrusca e incluso una villa costera de la época imperial.
Con el comienzo de la Edad de Hierro, como ocurrió en toda Etruria, la gente empezó a abandonar gradualmente sus aldeas en las zonas de montaña (en este caso las montañas de Tolfa) favoreciendo nuevos asentamientos a lo largo de la costa. Este fenómeno se conoce como “el abandono de los yacimientos protovillanovianos”.
En la época protohistórica Mattonara se componía de un asentamiento, una necrópolis y algunas zonas de producción donde se extraía la sal marina, elemento indispensable en aquellos tiempos.
UNA NECRÓPOLIS ETRUSCA
È possibile ammirare un esempio di necropoli del periodo etrusco arcaico (VII-VI secolo a.C.).
Al visitar esta necrópolis del periodo arcaico etrusco (siglos VII-VI a.C.), se pueden admirar enterramientos excavados en la capa de roca natural con dromos (pasillo) de acceso, una sala sepulcral con techo de doble pendiente, un columen (viga) central y un lecho funerario doble.
LA VILLA ROMANA
Inicialmente la "Villa de La Mattonara" (siglo I a.C. - siglo I d.C.) ocupaba alrededor de una hectárea de terreno. Hoy en día sólo se pueden ver algunas partes de los muros en opus reticulatum y los viveros de peces, mientras que el resto de esta estructura está enterrado bajo edificios modernos.
EL HOYO DE NERÓN
No muy lejos de Mattonara se encuentra la "Buca di Nerone" (el hoyo de Nerón). Se trata de una fosa circular excavada en la piedra con un diámetro de 7,70 metros y una profundidad de 2,50 metros. Debe su nombre a una creencia popular según la cual el propio emperador Nerón pasó por este lugar.
En la antigüedad, el nivel del mar era más bajo que hoy en día, por lo que la "Buca di Nerone" estaba situada en la tierra firme, en lo que debió ser uno de los primeros asentamientos en este territorio. Probablemente, esta fosa circular era el fondo de una cabaña y hoy se cree que era la sede de una autoridad político-religiosa. Es uno de los primeros ejemplos de "edificios públicos" y lugar de poder del "lucumone" (el magistrado supremo de la sociedad etrusca).
El hoyo de Nerón presenta analogías con las cabañas monumentales de Luni sul Mignone y Monte Rovello, también excavadas en piedra. Esto es una prueba de que este estilo arquitectónico antiguo persistió en el tiempo.
Texto editado por Francesca Pontani
TORRE VALDALIGA. Una villa costera
En la época de Cicerón, una persona que emprendiera un viaje por mar a lo largo de la costa tirrena habría observado muchas villas lujosas junto al mar. Eran "lugares de vacaciones" de la élite romana del siglo II a.C., construidos en promontorios cerca de calas y ensenadas. En la zona de Santa Marinella y Civitavecchia hay una villa costera cada kilómetro aproximadamente, con la red de carreteras Aurelia que pasa paralela a la costa.
Las villas marítimas, muy de moda a finales de la época republicana y a principios de la imperial, destacan en las descripciones de las fuentes literarias como símbolo de lujo opulento, incluso como lugares donde se asumían comportamientos inmorales.
Estas villas se caracterizaban por vistas panorámicas y elementos arquitectónicos que se alineaban intencionadamente para enmarcarlas. Los viveros formaban parte de la elaborada arquitectura: sus patrones de disposición ofrecían una de las muchas vistas que se podían disfrutar desde las terrazas y los triclinios. Además, estaban lujosamente decorados, lo que contribuía a crear un ambiente armónico y relajado.
TORRE VALDALIGA
Un ejemplo típico es la villa costera con vivero de peces de Torre Valdaliga, que se encuentra cerca de la central eléctrica homónima de Enel y se puede visitar.
Por suerte, algunas características técnicas peculiares se conservan intactas en el interior de la villa. Entre ellas se encuentran los largos canales tallados en la capa de arenisca aflorante y dispuestos en forma de abanico, con el fin de captar mejor el agua necesaria para llenar el vivero. Estos canales estaban orientados en función de la dirección de los vientos, para aprovechar el movimiento de las olas y minimizar el estancamiento en el vivero de peces.
La conexión entre la vivienda y el vivero de peces estaba garantizada por un muelle. El propietario podía así disfrutar del paisaje marino que había construido, mientras que los que supervisaban el funcionamiento del vivero disponían de una plataforma para contemplar la estructura a vista de pájaro.
Debido a la erosión de la costa, hoy se pueden admirar:
- parte de los fundamentos del edificio,
- el sistema de alcantarillado,
- los suelos en opus tessellatum (mosaico) y opus signinum (trozos de cerámicos rotos),
- partes de muros en opus reticulatum.
Texto editados por Francesca Pontani
La Villa Pulcherrima
Hoy en día el sitio de Villa Pulcherrima, llamado Vigna de' Filippi (Viñedo de Filippi), es un lugar de paz y belleza, a pesar de estar rodeado de casas, villas y de la antigua Escuela de Guerra.
Los restos de Villa Pulcherrima se encuentran en una zona privada, cerca del Centro de Validación y Simulación del Ejército, entre via Terme di Traiano y viale Europa. Lamentablemente, la zona no se puede visitar.
Tras haberse salvado de las obras ilegales entre finales de los años 80 y principios de los 90, la Villa permaneció en el olvido hasta que una valoración realizada por encargo del Tribunal determinó por fin que se trataba de un yacimiento arqueológico relevante.
La parte visible es muy pequeña comparada con lo que debió ser. Todo lo que se puede ver es: los fundamentos de algunas habitaciones, una sala que podría ser una piscina termal helicoidal, una gran exedra o, más probablemente, un laconicum (una sala circular abovedada) quizás con una gran claraboya de cristal. Pero la mayor parte de la construcción está a la espera de volver a ver la luz, cubierta por la tierra y los arbustos.
Los raros restos que afloran son un indicio de grandes muros, imponentes mosaicos, yeso ricamente pintado al fresco, mármoles raros y preciosos, y también de una larga historia. La Villa, de hecho, siguió siendo utilizada durante mucho tiempo, como demuestran los sellos de ladrillo que hacen referencia a restauraciones y renovaciones, en la época de Trajano, Adriano, Antonino y más allá, hasta el imperio tardío.
Desde 2019, la sección Ulpia del Gruppo arqueológico romano se encarga de su cuidado, de su limpieza para evitar la degradación a la que parece destinada porque, aunque la superintendencia ha delimitado la zona desde los años 90, los terrenos siguen siendo propiedad privada.
Un lugar precioso, el testimonio de un pasado glorioso y una puesta para el futuro. Todo esto es la villa de Vigna de' Filippi, la Villa Pulcherrima que el emperador Trajano eligió como su residencia favorita.
Texto editado por Barbara De Paolis
Por ejemplo, se puede ver la tumba del crucifijo medieval, tal vez el legado de un culto templario o el piadoso homenaje de una madre a su hijo; la tumba de Bucci grabada con la fecha de 1829, la tumba de la madriguera y la de la niña. Todas estas obras llevan al visitante a un mundo lejano, al mismo tiempo que documentan una antigua ocupación de la zona y, por tanto, un importante asentamiento humano del que ya no quedan rastros.
LA NECRÓPOLIS ETRUSCA DE LA SCAGLIA
No es fácil hablar de la Necrópolis de La Scaglia, porque no hay estudios ni publicaciones sistemáticas sobre ella. Gran parte de lo que sabemos es el resultado de una minuciosa investigación en los archivos (aún no completa) y del trabajo de campo.
Esta necrópolis, situada en torno al kilómetro 77 de la carretera de Aurelia, tiene un valor arqueológico considerable: las setenta o más tumbas cubren un periodo que presumiblemente va desde finales del siglo IX a.C. hasta todo el VI, por lo que están representados casi todos los tipos de enterramiento típicos de las culturas villanoviana y etrusca. Cada uno cuenta una historia fascinante, muchas veces arcana y enigmática.
Desde 2019, el Gruppo Archeológico Romano - sección Ulpia, encargado por la Soprintendenza Archeología, Bellas Artes y Paisaje para el área metropolitana de Roma, la provincia de Viterbo y el sur de Etruria, está limpiando, cartografiando y encargando la página web, organizando visitas guiadas, excavaciones didácticas y conciertos. (Para más información: garnecropolilascaglia@gmail.com).
En el futuro se vislumbra la posibilidad de que la Necrópolis de Scaglia pase a formar parte del patrimonio de la ciudad, y no a ser propiedad privada como en la actualidad. Así recuperaría la dignidad que merece como testimonio de un pasado rico y articulado que aún está por descubrir y valorizar.
Texto editado por Barbara De Paolis