Descubriendo la antigua ciudad de Portus en Fiumicino

Aquí tenéis un fascinante itinerario que os llevará a descubrir las ruinas de la antigua ciudad de Portus cerca de Fiumicino no muy lejos del Aeropuerto Leonardo da Vinci.

Surgida alrededor de los antiguos complejos portuarios de Claudio y Trajano, la antigua Portus jugó durante muchos siglos un importante papel estratégico para Roma, aprovechando su cercanía al Tíber.

Tras la construcción (112 d.C.) por parte del Emperador Trajano de una nueva cuenca portuaria de forma hexagonal, más adentrada y protegida que la construida precedentemente por Claudio, empezó un rápido y constante desarrollo del asentamiento de Portus.

La construcción de las murallas tuvo lugar a principios del siglo IV, en época de Constantino y el Puerto mantuvo su preciosa función de puerto comercial de Roma y ciudad-granero hasta el siglo IX.

Sólo tras la invasión de los Godos de Vitige en el 537 d.C., empezó una larga fase de decadencia que llevó al gradual abandono del pueblo.

En el siglo XVI arquitectos del calibre de Pirro Ligorio, Baldassarre Peruzzi y Andrea Palladio empezaron a estudiar las ruinas y en el siglo XIX inició una sistemática campaña de excavaciones gracias a las cuales podemos admirar hoy los restos de este antiguo asentamiento.

Durante vuestra visita no sólo entraréis en contacto con monumentos y ruinas de época romana msino que también podréis aprovechar unas horas para relajaros sumergidos en la naturaleza.

1. EPISCOPIO DE PORTO

Mientras váis en marcha por Via Portuense, para llegar al pueblo medieval de Episcopio de Porto, primera etapa del itinerario, podréis ver a vuestra izquierda (si llegáis desde Roma) los restos del Templo de Portuno (también conocido como Portunus), antigua divinidad romana representada como un chico con barba cerúlea e híspida.

La tradición cuenta que se invocaba a la divinidad antes de cruzar el Tíber, que en aquella época presentaba numerosos peligros, y era venerado por todos los que hacían negocios a los largo del río: ¡un auténtico diós de los ríos y los puertos!

Un poco más adelante, siguiendo por via Portuense, se llega finalmente al pequeño pueblo medieval.

Del complejo original se conservan la muralla almenada y el portal de acceso con el emblema del Papa Sixto IV que en 1483, acogido como visitante por el Obispo Rodrigo Borgia, encargó algunas obras de restauración.

El pueblo, sede obispal de Porto y Santa Rufina, durante la Edad media, tras el abandono de la antigua ciudad de Portus, tuvo también funciones defensivas ante las incursiones bárbaras.

A través del portal de acceso, hecho construir en el 1771 por el Cardinal Marcello Lante de la Rovere con dos columnas de mármol provenientes de la cercana Necrópolis de Portus, se accede al patio interior, la parte más antigua del pueblo.

El patio, de origen del siglo XVIII, es obra de los arquitectos Gregorini y Passalacqua (autores de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén de Roma) y alberga la Iglesia dedicada a San Hipólito y Lucía, donde se encuentran las relíquias del santo patrón de Fiumicino.

Para saber más, leed este artículo dedicado al Episcopio de Porto.

2. EL OASIS DE PORTO

En la parte opuesta del pueblo se encuentra la entrada al espléndido Oasis de Porto que se extiende alrededor de la cuenca portuaria.

El lago, de perfecta forma hexagonal y extendido en 33 hectáreas, en el pasado servía para el abastecimiento de Roma, el almacenamiento de mercancías y el mantenimiento de los barcos, aprovechando la conexión con el río Tíber.

La visita del Oasis dura alrededor de 1 hora y para no interferir con los animales y el ambiente circunstante se realiza a bordo de carros tirados por caballos. 

Además, durante todo el recorrido os acompañarán guías muy preparados de Legambiante.

La visita prevé dos paradas: en la primera visitaréis el lago con la Casita de los patos, el así llamado Jardín de las mariposas donde particulares arbustos de flor por sus características tienden a atraer diversas especies de mariposas y un área de descanso para una agradable pausa para tomar café.

Mientras estéis a bordo de vuestro carro atravesaréis un área donde si tenéis suerte podréis avistar incluso una pequeña colonia de gamos.

Para acabar, con la segunda parada llegaréis a pie a una glorieta desde la que, con unos binóculos, pordréis hacer un poco de observación

El Oasis de Porto es realmente un lugar apto para grandes y pequeños: diversión, cultura e historia se funden perfectamente para una excursión inolvidable al aire libre: un pequeño paraíso lejos de la contaminación y del caos urbano.

3. EL ÁREA ARQUEOLÓGICA DEL PUERTO DE TRAJANO

Saliendo del recorrido del Oasis, encontraréis fácilmente la entrada al Área Arqueológica del Puerto de Trajano (para información sobre horarios y días de apertura haced click aquí).

Pero antes de adentrarnos en las ruinas, para comprender de lleno la grandeza de este lugar, os vamos a hacer una breve premisa de carácter histórico.

El hexágono, encargado por el emperador Trajano fue sin duda una obra de ingeniería de gran valor. ¡Pensad que en su interior podían atracar hasta 200 embarcaciones!

Detrás de los puntos de atraque de los grandes almacenes precedidos por los pórticos. Un faro se encuentra en el muelle derecho del canal de entrada a la cuenca del puerto y a completar el complejo una colosal estatua de Trajano y un gran edificio, el Palazzo Imperial con anexas las termas, un teatro privado y un pequeño templo dedicado a Hércules.

Durante un agradable paseo entre estos árboles centenarios, tendréis ocasión de revivir los lugares donde 2000 anni atrás marineros y comerciantes transportaban las mercancías provenientes de los 4 extremos del Imperio.

Desde el Pórtico de Claudio, con las célebres columnachas, llegaréis hasta los Almacenes Severinos, pasando por la Dársena, las ruinas del Palacio Imperial y de la Basílica Paleocristiana.

Para saber más sobre el recorrido de visita leed este artículo dedicado al Área Arqueológica del Puerto de Trajano.

4. LA NECRÓPOLIS DE PORTUS

A unos 3 km de distancia y a menos de 10 minutos en coche se encuentran las ruinas de la Necrópolis de Portus, última parada de este itinerario.

Descubierta en 1925 después de la obra de saneamiento de la zona conocida como Isola Sacra (Isla Sagrada), la necrópolis está increíblemente bien conservada. 

Una auténtica ciudad de los muertos que todavía hoy nos regala una sugestiva muestra de la relación entre los antiguos romanos y el más allá.

Con una extensión de 400 metros, la Necrópolis de Portus está compuesta por unos 150 sepulcros. Los edificios están agrupados en pequeños conjuntos, separados por jardines, pequeñas plazas y callejones. La tipología más difundida es la de las Tumbas Familiares, compuestas por una grande habitación cuadrada, pero también es posible encontrar tumbas definidas más "pobres" diseminadas por toda el área.

Las tumbas servían para indicar la posición del difunto y de su familia en la sociedad y, por ese motivo, se encuentran al lado del camino y están decoradas con pinturas, mosaicos e inscripciones.

Bien, ahora hemos llegado al final de este itinerario.

Para más información sobre horarios, precios y demás información útil para la visita a la Necrópolis de Porto, así como sobre las otras etapas del itinerario os invitamos a leer los artículos específicos.

¡Buen viaje!