Porto Torres: 10 cosas que hacer y ver
¿Qué visitar en Porto Torres? Descubre las playas más bonitas, la Asinara, los museos, los monumentos y los sitios arqueológicos más importantes para unas vacaciones perfectasViajar a Porto Torres significa no sólo concederse unas vacaciones en búsqueda del mar y el sol, sino también visitar una de las localidades turísticas más interesantes y ricas de toda Cerdeña.
En el centro del Golfo de Asinara, Porto Torres goza de una posición privilegiada y está conectado con el Puerto de Civitavecchia, ya que es una parada intermedia de la ruta Roma-Barcelona de Grimaldi Lines.
Hitoria y bellezas naturales conviven perfectamente en este territorio, de entre los más fascinantes de toda la isla.
A poco más de 30 minutos, Stintino con la preciosa playa de la Pelosa y el Parque Nacionale de Asinara ya por sí solos valen el precio del billete.
¡Pero Porto Torres es mucho más! Continuad leyendo este artículo y descubriremos juntos los principales puntos de interés que hay que visitar.
1. La Torre Aragonesa
Auténtico símbolo de la ciudad, la Torre Aragonesa se encuentra a la salida del puerto turístico. Con 14 metros de altura y 13 de ancho, con una característica forma octagonal, la torre remonta a época española (1323 d.C.) cuando Don Alfonso V de Aragón ordenó su construcción con el objetivo de defender la ciudad.
Acabada en 1326 por el Almirante Carroz, la torre se reparte en tres niveles: cisterna en el primero, habitaciones en el segundo y terrazza en el tercero, con balcones corridos y aspilleras para la guardia.
Restaurada varias veces, a lo largo de los siglos la torre ha tenido varias funciones: en el siglo XV fue sede de adusnas con funciones de control fiscal, en el siglo XVI se convirtió en un importante baluardo defensivo contra los ataques de los bárbaros y, finalmente, en el siglo XX se transformó en faro.
2. La Basílica de San Gavino
La Basílica de San Gavino es la iglesia románica más grande y antigua de toda Cerdeña. En su interior alberga las relíquias de San Gavino, San Proto y San Gianuario, los 3 mártires a los que se dedicó la Festha Manna, importante ceremonia de la que os contamos más detalles más adelante.
Desde el exterior de la Iglesia de San Gavino se puede admirar la preciosa puerta de entrada de estilo gótico tardío con arcos de medio punto soportados por dos columnas sobre cuyos capiteles están esculpidos ángeles con armas y escudos.
En la magnífica fachada exterior se contraponen el discreto encanto del interior, apenas alumbrado por la luz que proviene de las monoforas y se refleja en las columnas y en los capiteles de mármol tomados de antiguos edificios de edad romana y bizantina.
La iglesia presenta dos ábsides, situados a los dos lados cortos del perímetro: en correspondencia con el ábside occidental se encuentra el altar mientras que en el oriental hay un catafalco de madera con las estatuas de los tres mártires y una estatua ecuestre del siglo XVII que retrata a San Gavino.
3. La Iglesia de San Gavino a Mare y la Playa de Balai
La pequeña y graciosa playa de Balai está dominada desde arriba por el Santuario de San Gavino a Mare, conocido también como iglesia de Balai, un pequeño punto blanco que estalla sobre el mar azul claro de Porto Torres.
La tradición cuenta que esta pequeña iglesia se construyó en el punto exacto en que la corriente llevó a la orilla los cuerpos de los 3 mártires Gavino, Proto y Gianuario y, como ya hemos dicho antes, durante la Festha Manna (el cuadragésimo quinto día después de Pascua) las esculturas de madera de los másrtires se llevan en procesión desde la Iglesia de San Gavino hasta aquí.
De hecho, en la parte izquierda de la iglesia se encuentra la presunta tumba de los mártires, mientras que en la explanada de la entrada, a través de una pequeña reja se ve un hipogeo de origen romanao.
La Playa de Balai es una pequeña calita caracterizada por un fondo arenoso y de agua azul intenso. A los dos lados de la costa se erigen altos escollos donde los más temerarios suelen exhibir saltos acrobáticos. Todo alrededor es un jardín verde de palmeras y flores.
¡Con la pequeña iglesia de Balai a lo lejos, os parecerá estar dentro de una postal!
4. El Museo Arqueológico Nacionale del Antiquarium Turritano
El Museo del Antiquarium Turritano, inaugurado en 1984, presenta materiales arqueológicos que documentan las varias fases de vida de la ciudad romana de Turris Libisonis, antiguo nombre de la colonia romana fundad por Julio César alrededor del 45 a.C.
Porto Torres creció, de hecho, creció alrededor del antiguo centro y las excavaciones efectuadas a lo largo de los años han sacado a la luz numerosos restos que se pueden admirar en el itinerario expositivo del museo.
El museo se organiza en dos plantas: en la planta baja están expuestos materiales provenientes de la necrópolis, como una estatua honoraria de mármol de un magistrado, materiales de bronce, ánforas, monedas y la máscara de un Sátiro, probablemente un elemento decorativo de una fuente, y el templo de Bubastis, dea egipcia con cabeza de gato.
En la primera planta se exponen, en cambio, restos provenientes de las Termas Centrales, la sección de mármoles y también la colección municipal, juntada por el señor Emilio Paglietti entre los siglos XIX y XX y que fue el primer núcleo del museo.
Además del museo, os aconsejamsos visitar también la vasta área arqueológica que comprende: Las Termas Centrales también conocidas como "Palacio del Rey Bárbaro", la Domus de Orfeo con sus preciosos mosaicos, Las Termas Maetzke, la Domus de los mosaicos, las termas Pallottino.
5. El Puente Romano
Con 135 metros de largo, este puente construido sobre el río Mannu remonta al siglo I d.C., durante el principado de Tiberio y servía para conectar Porto Torres con el interior sardo.
El Puente se sujeta gracias a siete arcos de diferentes alturas según la forma del terreno. La estructura se construyó utilizando bloques de cal de las minas cercanas y refuerzos de traquita para sostener las partes que están bajo el agua.
Entre los arcos más grandes hay dos nichos que albergan las estatuas de las divinidades fluviales. Además, hay un bajorelieve esculpido en la clave de bóveda del primer arco.
6. La Necrópolis de Su Crucifissu Mannu
Si os gusta la historia y los sitios arqueológicos, ¡Porto Torres no os decepcionará! A poco más de 5 km del centro, cerca de la carretera estatal 131 Carlo Felice, se puede visitar la Necrópolis Hipogea de Su Crucifisu Mannu.
El sitio comprende circa unas ventidós tumbas domus de janas que remontan al periodo comprendido entre el Neolítico Reciente (IV milenio a.C.) y el Eneolítico Inicial (III milenio a.C.), utilizaas en época romana hasta la época de la Cultura de Bonnanaro.
Las tumbas se comunican todas entre ellas y algunas presentan eleementos arquitectónicos típicos de las casas civiles, como escalones, columnas interiores y bajorelieves decorativos incisos en la roca.
Las investigaciones han conseguido encontrar numerosas cerámicas, vasijas, pulseras y otros elementos hechos a mano, como 3 ídolos representando a la Diosa Madre. Cabe señalar también el hallazgo de un cráneo humano con trazas de una operación de trepanación del cráneo, que demuestran lo especialmente avanzadas que estaban ya la medicina y la cirugía.
7. El Altar Prehistórico de Monte d’Accoddi
¿Qué hace un zigurat en mitad de Cerdeña? Bueno, tanto si sois más o menos amantes de la arqueología, debéis saber que el Altar Prehistórico de Monte d'Accoddi ¡es la construcción más antigua de toda Italia!
Para llegar sólo tenéis que recorrer la SS131 que desde Porto Torres llega hasta Sassari, girar a la derecha y seguir las indicaciones para el aparcamiento.
Construido en el 2700 a.C., este misterioso monumento es único en el mundo, de hecho, a diferencia de los otros zigurat mesopotámicos realizados con argilla y destruidos completamente con el tiempo, este altar de piedra ha sobrevivido hasta nuestros días.
La estructura, de casi 6 metros de altura, albergaba inicialmente un templo que a causa del color ocre de sus paredes se llamaba "el templo rojo" (3000 a.C.).
Cerca del monumento, además del altar hay otros artefactos pre-nurágicos como dos grandes piedras calcáreas que representan el sol y la luna, un dolmen calcáreo de 8,2 toneladas de unos tres metros por tres, utilizado quizás como mesa para las ofrendas o para ritos de sacrificios y en el lado opuesto un menir también calcáreo de 4,40 metros de altura y 5,7 toneladas de peso.
8. La Playa de Platamona
A solo 7 km de Porto Torres, empieza la larguísima playa de Platamona que con sus 8 km de litoral se extiende hasta Castelsardo, pasando por Sassari y Sorso.
La particularidad de esta playa, muy frecuentada, es du arena de granos grandes que en algunas partes está especialmente llena de piedras y conchas. Ideal para dar largos paseos por la orilla, detrás de la playa hay una agradable pineda que contribuye a hacer que el paisaje sea aún más bonito, ofreciendo un fresco resguardo en los días más cálidos.
El mar es transparente y el fondo es generalmente bajo y arenoso, con colores iridiscentes que varian del verde esmeralda al azul turquesa y presenta en algunos tramos posidonia que, no obstante, no daña el aspecto general. Está dotada tanto de amplios espacios de playa libre, como de establecimientos equipados con bares y restaurantes y con algnos tramos de playa para perros.
9. La Playa de la Pelosa (Stintino)
Si estáis en Porto Torres no os podéis perder la ocasión de daros un bañito en la playa de la Pelosa, considerada la playa más bonita en absoluto de toda Cerdeña por su finísima arena blanca y su agua limpida, probablemente la más limpia de toda Italia.
Desde Porto Torres sólo tenéis que seguir la carretera SP57 hasta el cruce con Pozzo San Nicola y tomar luego la SP34 en dirección Stintino: ¡30 minutos y habréis llegado!
La playa, no hace falta decirlo, está siempre muy llena por eso si queréis disfrutarla al máximo lo mejor es que vayáis por la mañana temprano o que vayáis en los meses de junio y septiembre. En el arenal hay bares, hoteles, restaurantes, tiendas y servicios varios, como un aparcamiento de pago.
A menos de 300 metros más al norte está la pequeña pero no por ello menos bonita playa de la Pelosetta con el Islote de la Pelosa enfrente, al que se puede llegar a nado, mientras que hacia el noreste el panorama comprende desde la Isla Piana hasta la Isla de Asinara.
10. Visitar el Parque Nacional de Asinara
Desde Porto Torres podéis tomar un ferry (15€ i/v) para llegar a la isla Asinara, conocida un tiempo atrás por la cárcel de máxima seguridad, que hoy es el gran Parque Nacional, famoso en todo el mundo por su rica flora y fauna.
¡Visitar esta tierra incontaminada es una experiencia que no podéis dejar escapar! Reservad una excursión a través de un tour operador y sumergíos en la belleza de su naturaleza.
La vegetación, típica mediterránea, con 678 especies de plantas, es riquísima.
La fauna, además del famosísimo asno sardo albino, símbolo de la isla a la que debe su nombre, cuenta con muchos otros animales que viven aquí sin ser molestados: muflones, jabalís, caballos, varias especies de aves, como gaviotas de Audouin, cormorán moñudo, halcón peregrino, laperniz moruna y hurracas.
Además, ¿cómo olvidarnos de las preciosas calitas, la primera de todas Cala Sant'Andrea o Cala d'Arena, donde podréis sumergiros para daros un baño reparador?
Si también queréis, en algunas épocas del año se puede visitar la antigua cárcel de máxima seguridad: una experiencia sugestiva para conocer más de cerca un importante y controvertido capítulo de la historia de Italia.
¡Buen viaje!