La embarcación romana Liburna en el Puerto de Civitavecchia

En la Dársena Romana del Puerto de Civitavecchia, precisamente detrás de las murallas de la Antigua Roca, se puede admirar la preciosa reconstrucción de una parte de la Liburna, antigua nave de guerra de la flota romana.

El buque, recreado fielmente a tamaño real (escala 1:1), es fruto de la habilidad y maestría del Comandante Mario Palmieri, director del laboratorio de arqueología experimental CANS LANS, que lleva años implicado en el estudio y en la reproducción de embarcaciones romanas siguiendo las técnicas constructivas y tecnologías de la época.

Muchos recordarán que gran parte de su trabajo se expuso hace unos años en ocasión de la muestra arqueológica Navalia, que se celebró dentro de la Antigua Roca.

Hoy la reproducción de la Liburna, nueva joya de la corona del puerto de Civitavecchia fuertemente promovida por el Presidente de la Autoridad del Sistema Portuario Francesco Maria di Majo, se añade a la exposición en la Roca y a los espectáculos teatrales que dieron vida al gran evento Traiano Optimus Princeps, para celebrar los 1900 años de la muerte del Emperador Trajano, fundador del puerto y de la ciudad.

Aquí hay una reconstrucción 3D del barco con la sección reproducida en evidencia:

La Liburna romana y la potencia naval de Roma

La obra pretende celebrar la potencia naval de Roma que desde la guerras púnicas (264-146 a.C.) siempre jugó un papel de hegemonía en el Mediterráneo.

Las naves militares romanas, también llamadas naves longae, se clasificaban según el sistema de boga adoptado y las funciones desarrolladas.

La birremo, compuesta por dos órdenes de remeros; la trirremo compuesta por tres filas de remeros y, finalmente, la liburna, una birremo ligera, dotada de rostro y utilizada antiguamente por un pueblo de Dalmacia que se dedicaba a la piratería, los Liburnos, de quienes toma el nombre.

Esta reconstrucción se inspira en la escena LXXXII de la Columna Trajana, célebre monumento inaugurado en Roma en el año 113 d. C. para celebrar la conquista de la Dacia por parte del Emperador.

La embarcación, probablemente de unos 30 metros de largo y 8 de ancho, contaba con 25 remeros por nivel para cada amurada, llegando por lo tanto a un total de 100 remeros y constituía un unicum entre las otras representadas en la columna.

En el bajorelieve de la escena LXXXII se puede observar, empezando por abajo, encima del rostro, una asta de sección cuadrangular estriada longitudinalmente que acaba con tres puntas, a la que le sigue otra de sección cuadrangular estriada longitudinalmente que termina con una cabeza de Aries.

Además, se observa la vela de artimón y un palo de sección cuadrangular, cuya extremidad está escondida por la vela; sigue, para acabar, el árbol de artimón. Los propugnacula de proa (pequeñas torres pensadas para el combate) están decorados con dos placas metálicas: la primera representa dos embarcaciones, una de las cuales es muy parecida a la misma Liburna, la segunda representa pequeñas rosas decorativas.

Muy probablemente estas placas tenían también una función defensiva para proteger a la tripulación de los proyectiles enemigos, dardos, piedras y demás.

Con esta obra, un testimonio más de la grandeza del Imperio Romano y de las conquistas conseguidas en el campo militar por parte del Emperador Trajano, es una pieza importante más para la valorización del marco histórico del Puerto de Civitavecchia, exactamente en el lugar en que esta encontraba protección en el pasado, es decir, en la Dársena Romana, que el Emperador construyó para el abastecimiento de las embarcaciones de la flota imperial.

Una base segura y estratégica al mismo tiempo, cuya importancia está probada por las numerosas epígrafes sepulcrales recuperadas en 1864.

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