Un día en tierra en Civitavecchia por Mary Jane Cryan
Os traemos un breve extracto de "Etruria - Travel, History and Itineraries in Central Italy" de Mary Jane Cryan, escritora e historiadora de origen irlandésUn día en tierra en Civitavecchia
"Muchos de los miles de cruceristas que desembarcan en Civitavecchia por un día albergan un secreto deseo.
Mientras toman un abundante desayuno en los comedores con aire acondicionado, examinan las posibles opciones para el día: desde caros viajes organizados en bus a Roma hasta excursiones por su cuenta haciendo uso de los trenes locales para una rápida visita a la Ciudad Eterna.
Se estima que un 25% de los pasajeros que llegan a Civitavecchia no van a Roma, a una hora de distancia, porque ya han estado anteriormente y prefieren explorar el área cercana al puerto de Civitavecchia.
Las opciones son muchas: desde paseos a caballo por las montañas de Tolfa hasta clases de cocina y comida en casas privadas. Algunos esperan poder experimentar el estilo de vida italiano, explorar el área que rodea el puerto y la zona del interior o simplemente pasear por Civitavecchia observando cómo vive la gente en este poco conocido rincón de Italia.
Como residente que ha vivido en esta parte central de Italia durante casi medio siglo, recomendaría el itinerario del Triángulo Etrusco como introducción ideal a la zona. El itinerario comprende los cercanos pueblos de Tarquinia, Tuscania, Viterbo, Vetralla y, si el tiempo y el clima lo permiten, una visita a Vulci.
Para sacar el máximo partido al día en Civitavecchia, salid del área portuaria en bus lanzadera gratuito hasta la entrada del puerto [...].
Desde ahí, se puede optar por un coche de alquiler, un taxi o un coche con conductor privado reservado previamente por internet. Hay varios conductores fiables de habla inglesa que viven en la zona y tienen licencia para realizar viajes de un día [...].
Los coches de alquiler -quizás la opción más práctica y económica para visitar la zona para cuatro personas que compartan coche- se pueden reservar por internet, pero aseguraros de recibir indicaciones exactas sobre el lugar de recogida, ya que, aunque esté cerca del puerto, no es fácil de encontrar. Si vais un grupo y necesitáis un guía local, hay varios en la zona de Viterbo-Civitavecchia disponibles con reserva previa.
Consultad atentamente los horarios en www.cotralspa.it para organizar un viaje a uno de los pueblos cercanos por pocos euros. Recordad siempre preguntar dónde y cuándo vuelve el bus al mismo sitio dónde lo habéis cogido y calculad el doble de tiempo de la ida para volver al puerto.
Aprended a pronunciar el nombre – Civita-vecchia (significa ciudad vieja, antigua)- no sólo “puerto”. Mejor aún, llevad una postal de vuestro barco encima,e información y un teléfono de contacto de vuestra naviera. Algunos conductores de taxi de Roma han llevado a pasajeros de crucero al aero-puerto haciéndoles perder la salida del crucero.
Tarquinia, importante Patrimonio de la Humanidad, es la primera parada del Itinerario del Triángulo Etrusco.
Situada a unos 20 minutos del puerto de Civitavecchia, esta espectacular ciudad amurallada de origen medieval que se encuentra en una colina con altas torres recuerda a la famosa “Manhattan de la Edad Media”, San Gimignano en la Toscana. También es única porque fue un importante asentamiento etrusco, como atestiguan las muchas tumbas pintadas de la necrópolis, de entre los siglos VI y VIII AC.
En el centro del pueblo, cerca de la estación de bus y aparcamiento Barriera San Giusto, el magnífico Palazzo Vitelleschi del siglo XVI alberga el Museo Nacional Etrusco.
Sus tres plantas de vasijas, sarcófagos y joyas de oro cautivarán al visitante primerizo, quien debería tomarse su tiempo para explorar también las estrechas calles de Tarquinia, sus encantadoras plazas llenas de tiendas y edificios medievales. Un paseo hasta lo alto del pueblo y sobre las murallas de S. Maria in Castello recompensarán al visitante con unas magníficas vistas del paisaje circundante. La comida rápida en Tarquinia se traduce en parar a tomar un helado o un trozo de pizza en la plaza central [...].
Tuscania, 15 kms. más hacia el interior, es famosa por su precioso centro histórico, que fue perfectamente restaurado tras su destrucción por un terremoto en 1971. D.H. Lawrence dijo que las vistas desde las colinas de Tuscania sobre el Valle de Marta eran las más bonitas de toda Italia.
Vetralla, con sus impresionantes conexiones inglesas, es el tercer lugar del triángulo en este itinerario y se encuentra a 20 kilómetros de distancia, por una pintoresca carretera. Viterbo, la capital de la provincia, presume del barrio medieval mejor preservado de Europa. San Pellegrino y el Palacio Papal donde se celebraba el Cónclave original en el siglo XIII son otras atracciones principales de Viterbo. Para amantes de la historia también hay un magnífico complejo Romano más arriba por la costa: Vulci, con restos de carreteras, baños, una reserva natural, un puente en arco y unos alrededores pintorescos.
Civitavecchia misma, al ser un puerto marítimo, ha sufrido más que ninguna otra ciudad invasiones piratas, saqueos y pillaje. Durante la época romana, se conocía como Centumcellum y en el siglo VIII los ataques de piratas sarracenos en el puerto eran tan frecuentes que el Papa León III hizo construir un nuevo pueblo en las colinas cercanas y transfirió a todos los habitantes de Centumcellum allí.
La nueva ciudad se llamó Leopolis en su honor y se completó con una iglesia, sede episcopal, talleres, plaza del mercado y torres de vigilancia a lo largo de la circunferencia de las murallas que rodeaban la ciudad. La población raramente usaba el nombre Leopolis, sino que preferían una variación medieval de su ciudad de origen y llamaron a su nuevo pueblo Cencelle.
Hoy, el antiguo lugar de la entonces próspera ciudad “abuela” de Civitavecchia provoca un marcado contraste con el ajetreo del puerto moderno y sus grandes cruceros. Quedarse en silencio admirando las magníficas vistas desde las murallas de la ciudad abandonada de Cencelle le da a uno un profundo entendimiento de la historia de la humanidad y el paso del tiempo.
A menudo se ha llamado a Cencelle “la Pompeya de la Edad Media” pues el lugar es una auténtica cápsula del tiempo y un libro de texto que utilizan los estudiantes de arqueología medieval para aprender de primera mano sobre la arquitectura y los artefactos de la Baja Edad Media.
A principios del siglo XV Leopolis-Cencelle fue abandonada cuando su economía entró en declive y sus habitantes se vieron obligados a trasladarse. La mayoría volvieron a su ciudad de origen, a la que llamaron Civic Vetula o ciudad antigua, la actual Civitavecchia.
Hoy en día, las ruinas que coronan la colina son un lugar para el arqueólogo, el viajero del tiempo o el visitante romántico que busca un rincón especial para un picnic.
Desde las ranuras de las antiguas murallas y torres que dan al río Mignone se pueden ver las torres de Tarquinia al norte, las montañas de Tolfa vislumbrándose al sur y hacia el este prados y campos de un verde encendido, manchados de lirios, amapolas y la blanca cicatriz que indica las antiguas minas de alumbre del pueblo de Allumiere. El alumbre era un mineral precioso utilizado en textil y en producción de pintura, monopolio de los Papas, que valía más que su peso en oro."
por Mary Jane Cryan
De "Etruria - Travel, History and Itineraries in Central Italy" (Edizioni Archeoares).
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